martes, 3 de marzo de 2015

IMPRESIONISMO

PAUL GAUGUIN

Nació en parís, a los tres años sus padres emigran a Perú y durante el viaje muere su padre. Allí vivió junto a su madre cuatro años hasta que deciden regresar a Francia.
Gauguin abandonó el colegio a los diecisiete años y se hizo marino mercante, el deseo de conocer otras tierras fue en él una constante. Cuando murió su madre en 1868, Gustave Arosa, un rico banquero, se convirtió en su protector legal. Gracias a él, Gauguin fue un agente de bolsa de éxito. Se casó con Mette Sophie, una joven danesa de familia acomodada, tuvieron cinco hijos y llevaron una confortable vida burguesa.
Hacía poco que se había casado cuando se convirtió en pintor aficionado. Al mundo de la pintura también lo introdujo Arosa. Conoció a Pisarro y en 1879 expuso con los impresionistas, participando después en las cuatro últimas exposiciones del grupo. Coleccionó cuadros de Manet, Monet, Renoir y Degas, sus pintores favoritos eran Cézanne y Pisarro, de quienes sus primeras obras presentan claras influencias.
Su carrera financiera quedó interrumpida en 1882 por la crisis bursátil y decide entregarse por completo a la pintura. Viéndose obligado a llevar una vida más modesta, se mudan a Copenhague, donde su esposa cuenta con el apoyo de su familia. Pero el fracaso es absoluto, ya que no encuentra clientes para sus cuadros. Al cabo de unos pocos meses, decide regresar a Francia en compañía de su hijo Clovis, mientras que su mujer se queda en Copenhague con los demás hijos. Este es el comienzo de una época llena de miserias y deudas. La penuria económica le hace abandonar París en 1886, refugiándose en Pont-Aven, un pueblecito de Bretaña, donde conoce al pintor Charles Laval.
Deseoso de romper con todas sus fatalidades, Gauguin envía a su hijo a Dinamarca y emprende viaje a Panamá junto con su amigo. Esta es su primera incursión en el exotismo, pero una enfermedad le obliga a volver a París en 1887, donde conoce a Van Gogh.
Juntos pasarán un tiempo en Arles, pero al no haber entendimiento entre ambos, Gauguin regresa a Bretaña.
Contacta con Emile Bernard, quien le adentra en el Sintetismo, que supone un cambio radical con respecto al impresionismo.
Le hace partícipe en el uso del color, apostando por las áreas planas sin matizar y remarcando los contornos. Lo que hay que pintar es la idea que elabora el pintor después de su experiencia, quitando lo superfluo y reteniendo la esencia. Así se consigue la síntesis de forma y color.
 
          Van Gogh pintando girasoles
             (Van Gogh peignant des tournesols)
 
Paul Gauguin 104.jpg

    Paul Gauguin, 1888
    Óleo sobre yute
     Postimpresionismo
    73 cm × 91 cm

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